En esta ocasión queremos hablar de nuestros encuentros Acompañarnos para acompañar. Pero para ello tenemos que dar un poco de contexto.
En julio de este año 2020, la pandemia nos regaló la oportunidad de generar un espacio de encuentro de educadores de Fe y Alegría.
Entonces varios educadores de Argentina, Chile y Uruguay se sumaron en un taller virtual llamado: Cómo acompañar ignacianamente en tiempos de covid.
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Al finalizar el taller, la riqueza y la profundidad de lo vivido despertó en los educadores que participamos la necesidad de no perder este espacio de encuentro y acompañamiento.
Así surgen nuestros encuentros Acompañarnos para acompañar. Estos espacios nacen con el deseo de tener un espacio gratuito de escucha y de conversación, para rezar juntos, compartir y acompañarnos.
Acompañarnos para acompañar: su importancia
Esta instancia nos sorprendió a todos. Para muchos significó descubrirnos como un cuerpo, con miembros diversos, pero al mismo tiempo unidos por Espíritu que nos habita y por la espiritualidad que compartimos.
También porque este punto de encuentro nos permitió enfocar las cosas desde otra perspectiva en un momento social tan complicado como el que nos expuso la pandemia.
Como Fundación Loyola estos espacios nos permiten reforzar nuestro mensaje de una educación jesuíta gratuita a partir de la coincidencia en nuestros valores principales.
Y aunque en algunos lugares estamos volviendo poco a poco a las actividades presenciales, la principal lección que queremos sacar de esta instancia es el aprender a vernos hacia adentro.
Que no perdamos nunca la búsqueda de la espiritualidad a partir del ejercicio de reflexión hacia lo que somos y lo que sumamos a esta sociedad.